Están haciendo cruasans en el bar del mercado municipal
donde desayuno, pero huele a semen.
Todo me huele a esos fluidos que se han convertido en mi pan
de cada día -nunca mejor
dicho-, todo me huele a polla y semen desde que soy puta.
Voy a hablar en éste escrito de olores, sexo y educación.
Soy una mujer refinada, no en exceso pero lo justo para que
me haya costado sentirme en mi pleno derecho de usar la jerga de mi nuevo
oficio sin sentirme inmunda, chamagosa, impura, obscena y maleducada....
Quizás ahora cada vez que sale "polla" por mi boca
también me sale toda la rabia que me han hecho acumular los guardianes del
orden moral lingüístico, esos tipos que se encargan de aniquilar cualquier
intento de libre expresión por parte de los que empiezan a investigar con las
palabras, porque aprender a hablar es como una aventura, tú dices cualquier
cosa y eso causa una reacción, pasan cosas...pero cuidado, hay palabras
prohibidas que aunque las pronuncies sin el más mínimo resquicio de malicia pueden
hacer que te rechacen traumáticamente, que te confundan con lo que no eres, que
te asocien con cosas que no sabes ni lo que son pero intuyes que no tienen
absolutamente nada que ver contigo.
Hace poco hablando con un cliente (refinado de verdad, no como
yo) le comenté en medio de la conversa: "..sí, ésto y lo otro sucede desde
que soy puta..". Inmediatamente, y en un tono ofuscado me dijo: "no
digas esa palabra, tú eres una dama....". Entonces me dí cuenta de mi
evolución, sin vuelta atrás, y me volví a percatar del atasco mental en el que
nos tienen sumidos esos que os citaba, los custodiosos del orden, la rectitud y la supuesta decencia, gente que
no pondrá nunca émfasis en la intencionalidad que hay detrás de lo que se dice,
sinó que se recreará en preservar un estigma con su profundo pánico como
protector.
Dixi y sigo con lo del semen y los croissants:
Soy refinada lo justo para que me cueste aceptar que todo me
huele a sexo.
Supongo que si mis guías del oficio me puntuaran como en el
cole en mis notas pondría: "evoluciona favorablemente" o "avanza
con normalidad". Ya fuí advertida, cómo me acuerdo de tí, PaulaVip, me doy
un baño con tres jabones - uno de ellos exfoliante para desincrustar
psicológicamente los restos de lo que no quiero guardar en mi piel-, pongo
sales con olor a rosas en el agua, me froto con la esponja, me quedo en remojo,
repito el proceso si ese día el grado de refinamiento se agudiza, me aclaro y
salgo creyéndome victoriosa de la bañera para descubrir al cabo de nada que
todavía huelo a la polla de Fulanito, mi último cliente. No puede ser, pero es
y parece que será para rato así, hay olores que no solamente se incrustan en la
piel, sinó en la profundidad de los rincones de cada poro de alguna capa de
nosotras que no han sabido definir los que me enseñaron anatomía clásica.
No me producen rechazo los olores del sexo, al contrario, si
no estaría perdida o sería como un carnicero vegetariano; acostumbro a
recrearme con esos olores, pero ahora la cosa ha cambiado, y si insisten en
estar siempre ahí tercamente adheridos no hay tregua, mi vida se convierte en
sexo veinticuatro horas al día, full time como luzco en las páginas donde me
anuncio, y no quiero, ahora mi deseo es que mi cruasán huela a mantequilla y
saborear por un rato mi lado de vida aburrido, volver a ser la pueblerina en la
que nadie se fija pq no va en tacones y con los labios rojos.
Horas más tarde llego a mi siguiente cita como una moto,
tarareando mi versión..."Sex is in the air, everywhere I look
around..".........Soy puta, desprendo sexo, mis hormonas emanan una
fragancia veinte veces más intensa que antes, o mi cara me delata, pero insisto
en pensar que yendo vestida "normal"no pueden pasar cosas como la que
está a punto de suceder: un jovencito me tira los tejos...:
Yo llegaba a mi apartamento con prisa para mi siguiente cita
y para ahorrarme tiempo y párking se me ocurrió estacionar en el recinto de una
obra muy cercana. No había nadie mirando, entré con decisión y cuando cerraba
la puerta del coche apareció él. Se le veía un mozo sano, más bién educado y
tímido y su forma de acercarse a mí me cautivó; lo siento, puedo decir puta,
polla y semen pero me siguen causando una especial atracción éste tipo de
personas que se consideran corteses y retraídas. La timidez me despierta ese
atractivo que hay en el reto de ir desenmascarando capas que la persona que la
luce no permite descubrir a cualquiera y me provoca un cierto miedo y
preocupación -quizás aquí sale la madre Teresa de Calcuta que llevo dentro- de
que ese susodicho vaya a parar a manos no adecuadas, que no tengan la extrema
delicadeza que puedo ofrecerle yo; mi voz interior, mi profunda paranoia dice algo así como...."ese tipo
debe de estar sólo en mis manos, sinó corre peligro..".
Sigo: ...con la excusa de que había aparcado en una obra
donde en teoría no se podía, empezó la conversa, abierta fácil y amable por la
promesa de mi protector de no delatarme a sus compañeros. Cualquier princesita
de 15 añitos se hubiera deshecho ante aquel bomboncito tierno pero yo no hacía
más que sorprenderme y dudar de lo que estaba más que claro: se había fijado en
mí y no por saltarme las normas de el recinto donde trabajaba.
Cuando volví a a la realidad de mi limitación temporal
-llegaba justísima a la cita- puse cara de irme y él, haciendo un valiente
gesto dejó de golpe su conversa de ascensor y se confesó brevemente pero con
toda claridad, con propuesta incluida. Hasta el momento había sido
suficientemente expresivo para que yo vislumbrara sus intenciones pero su
elocuencia se acentuó súbitamente y pronunció las palabras mágicas después de
advertirme que a las 17.30h cerraban la obra y que si no acudía antes me
quedaba sin coche hasta el día siguiente.
-...."Te tienes que ir corriendo?cuando vuelvas te
invito a una cerveza si te apetece, vale?..eres muy atractiva..."
No sabré describir la mezcla de sensaciones que se me
despertaron..quizás ternura, instinto maternal, subidón de
autoestima.........pero tuve que seguir andando rápido, aunque sin dejar de
mirar atrás hasta casi chocar con la valla que cercaba su castillo en
construcción. No sabía que decir y le regalé una sonrisa enorme y sincera que
él me correspondió.
Todavía miro para atrás un poco nostálgica, buscándole y a
la vez pensando en Joan, un posible cliente de veintidós añitos que quiere que
lo desvirgue; creo que si se da el caso lo pasaremos bién, muy bién..ahora ya
estoy preparada.
P.D.: Semen, puta, polla.
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